mercoledì 16 settembre 2015

Cuba
(Elias Argudín) El Cardenal Jaime Ortega Alamino, es un hombre culto y elocuente. Sin lugar a dudas, el diálogo con representantes de los medios de prensa capitalinos, fue una conversación cercana, aderezada con el ambiente acogedor que reina en el despacho personal del Arzobispo de La Habana.
¿Qué significación tiene para la Iglesia Católica la visita del Papa Francisco, en el marco de los 80 años del establecimiento de relaciones entre Cuba y el Vaticano?
- Siempre la visita del Papa es un verdadero acontecimiento para cualquier país. El Papa no solamente viene a visitar la Iglesia Católica, también viene a visitar al pueblo cubano. Entonces el significado desborda intereses, anhelos y esperanzas de la Iglesia, sino que también es un modo de hacerse presente en Cuba.“Los 80 años de relaciones diplomáticas quizás no sea algo tan extraordinario, puesto que lo esencial en la vida de la Iglesia no es el hecho de su condición en el concepto de la naciones del mundo de tener un Estado independiente, con representación pontificia en distintas partes del mundo, sino lo que pueda hacer la Iglesia Católica, a partir de su autoridad, a favor del rescate de la confianza en el hombre, su capacidad para enfrentar los desafíos del Historia en este momento, y de la Naturaleza, afectada por el hombre mismo, con el consumismo desmedido, sobreexplotación de los recursos.
“El Santo Padre llega a la Isla en un momento muy especial. Empezamos una nueva etapa en las relaciones diplomáticas de la nación, de acercamiento y esfuerzos progresivos en interés de mejorar las relaciones en general y quede suprimido el bloqueo contra Cuba, que mucho nos ha afectado durante tantos años.
Estamos ante una nueva posibilidad, implica riesgo, pero de igual modo beneficios. En ese contexto se produce la visita.
“Y el Papa Francisco estuvo presente en la generación de ese diálogo que se produce ahora. Entonces es mucho más que los 80 años de relaciones, la visita a la Iglesia Católica, es un hombre con una resonancia mundial, no solo mediática, también moral, en tanto sus palabras siempre llevan una intención ética, en busca de un comprometimiento con la verdad y el bien cada vez mayor.
“La figura del Papa Francisco es siempre impactante, y en su caso, primer Sumo Pontífice latinoamericano, nos llena de alegría, gozo particular. Nunca antes él había venido a Cuba. Y yo soy testigo del gusto con el cual él se acerco a mí para comunicarme sus deseos de visitarnos”.
En estos 17 años, los tres últimos Papas nos han visitado. Y usted en su condición de Arzobispo de La Habana, ha tenido el privilegio de recibirlos y compartir con ellos. ¿Qué opina?
- Algo único. En mi condición de Arzobispo de La Habana los he recibido, y siempre como Cardenal. Llevo 21 años nombrado como Car-denal por Juan Pablo II. Después él vino a Cuba y yo le di la bienvenida.
“Ahora me parece extraordinario recibir de igual modo a este Papa latinoamericano, con el cual tenía ya cierta relación desde antes. Lo recibo con mucho afecto. También fue una dicha recibir al papa Benedicto y a Juan Pablo II.
“He estado muy cerca de ellos, y tanto Benedicto como Francisco siempre han tenido gran conocimiento de Cuba, particular afecto hacia nuestra patria y cercanía hacia mi persona. Y yo lo agradezco al Señor de corazón, y a Francisco, por este deseo de venir acá. ‘Quisiera ir a Cuba’, me dijo en el mes de febrero. Yo le había invitado. También, de manera informal, es decir de palabra, el presidente Raúl, lo había hecho.
“Después aquella idea se oficializó, supimos los detalles y nos alegró mucho que empezará su gira de ahora en América por nosotros. Primero Cuba y después Estados Unidos. Nos va a dedicar cuatro días, aun cuando su visita allá es muy especial. Por primera vez un Papa hablará ante Congreso.
“Muchos se preguntan ¿tocará el tema de Cuba? Es probable.
“Este acontecimiento, sin lugar a dudas, dejará huellas en la vida de nuestra Iglesia y en la vida de nuestro pueblo”.
Pudiera ofrecer detalles en torno a los preparativos.
“Ha habido mucho entusiasmo. La presencia de su rostro en carteles, palabras y mensajes de salutación. Hemos contado con el apoyo del Gobierno para la garantía del transporte, el montaje de los estrados donde se celebrarán las misas y otras obras; también en la Catedral –embellecida para la ocasión- donde sucederá el encuentro con sacerdotes, religiosas… Además, el Centro Cultural, antiguo Seminario San Carlos, desde el cual el Papa le hablará a los jóvenes.
“Ha habido una preparación amistosa, cordial, vista sobre todo durante la Novena a la Virgen de la Caridad, durante la cual, en cada jornada, el pueblo se reunía en alguna casa, con esa proyección de que nos visitará el Papa.
“Hay mucho movimiento en Matanzas, Pinar del Río, Cienfuegos y Villa Clara, desde donde viajarán personas para la misa de la Capital. Habrá transporte en ómnibus y trenes. La organización en el aspecto logístico ha sido muy buena, lógicamente facilitado por la experiencia de las otras ocasiones. Destaca la unidad entre todos los que tienen que actuar para la ocasión.
“El Papa no quiere cosas extraordinarias, no le gustan, él es muy sencillo. No le gusta el Papamovil cerrado, prefiere un auto abierto, en tanto le facilita saludar. Todo se ha preparado con mucho amor. Será una hermosa acogida y una fructífera visita”.
La agenda preparada para su estancia en la capital es intensa y apretada…
“Arribará a la Isla por la capital. Será recibido por el pueblo y nuestras comunidades de la Iglesia, en su recorrido desde el Aeropuerto Internacional José Martí hasta la nunciatura Apostólica, a largo de un trayecto de 18 kilómetros.
“Al amanecer del día siguiente, corresponde la misa, en la Plaza de la Revolución, justo a las nueve de la mañana. Sin embargo el Sumo Pontífice llegará antes, alrededor de las 8 y 20, con la intención de saludar.
“A las cuatro de la tarde sostendrá un encuentro con el Presidente Raúl Castro, y al filo de las cinco, luego de saludar a las personas congregadas en la explanada frente a la Catedral, ya en su interior rezará las vísperas y dialogará con sacerdotes, religiosas, personas consagradas.
“A continuación, muy cerca de allí, en un estrado frente al Antiguo Seminario, le hablará a los jóvenes, con lo cual concluyen sus actividades en La Habana”.
Nos gustaría que su Eminencia enviara un mensaje a los habaneros, en ocasión de la visita del Papa Francisco.
“Que reciban al Papa con un espíritu abierto, receptivo, y no lo vean como alguien importante, distante, grande, sino como a un amigo cercano”.